Esta vida
es una porquería.
Si no a
todos nos toca ser felices entonces para qué chingados tenemos que venir al
mundo.
Que vengan
a él sólo a los que les toca la cúspide y que se traguen el pastel.
Que vivan
sólo a los que les fue dado amar y nos eviten el sufrimiento a los que, de
antemano, tenemos perdidas las batallas.
Quienes
hemos tomado valor, nos hemos rebelado, hemos soportado la esclavitud, la
vergüenza y las vejaciones y aún así nos toca perder.
Que se
queden con su mundo, su dinero, su poder, incluso, su amor.